27 Agosto 2020
Recordando lo que se registra en el Antiguo Testamento, las personas de Nínive fueron odiadas por Dios por vivir en el pecado. Pero cuando escucharon las palabras de advertencia de Dios sobre la destrucción de su ciudad, tanto el rey como el pueblo confesaron sus pecados a Él, se arrepintieron de sus malas acciones y dejaron sus caminos malvados. Debido a su verdadero arrepentimiento, recibieron la misericordia y la tolerancia de Dios. Entonces, ¿cómo debemos arrepentirnos a Dios? Busquemos respuestas mediante la actitud de Dios hacia el arrepentimiento de los ninivitas.
Dios Todopoderoso dice: “Cuando Dios está airado con el hombre, espera que este sea capaz de arrepentirse sinceramente, y espera ver el arrepentimiento verdadero del hombre, en cuyo caso continuará concediendo entonces con liberalidad Su misericordia y tolerancia al hombre. Es decir, la conducta malvada del hombre provoca la ira de Dios, mientras que la misericordia y tolerancia de Dios se conceden a aquellos que escuchan a Dios y se arrepienten sinceramente delante de Él, a aquellos que pueden volverse de sus caminos malvados y abandonar la violencia de sus manos. La actitud de Dios se reveló muy claramente en Su trato con los ninivitas: la misericordia y la tolerancia de Dios no son en absoluto difíciles de conseguir. Él exige el arrepentimiento sincero de uno. Siempre y cuando las personas se vuelvan de sus caminos malvados y abandonen la violencia de sus manos, Dios cambiará Su opinión y Su actitud hacia ellos”.
“Este ‘camino de maldad’ no se refiere a un puñado de actos malvados, sino a la fuente de mal detrás del comportamiento de las personas. ‘Arrepentirse de sus caminos de maldad’ significa que aquellos en cuestión nunca cometerían estos actos de nuevo. En otras palabras, nunca se comportarán de esa forma malvada de nuevo; el método, la fuente, el propósito, la intención y el principio de sus acciones han cambiado todos; nunca más usarán esos métodos y principios para traer disfrute y felicidad a sus corazones. El ‘despojarse’ en ‘despojarse de toda la violencia de sus manos’ significa deponer o desechar, romper totalmente con el pasado y nunca volver atrás. Cuando el pueblo de Nínive abandonó la violencia que había en sus manos, esto demostraba y representaba su arrepentimiento verdadero. Dios observa los exteriores de las personas así como sus corazones. Cuando Dios observó el arrepentimiento verdadero en los corazones de los ninivitas sin dudarlo y también observó que habían dejado sus caminos malvados y abandonado la violencia que había en sus manos, cambió de opinión. Es decir, la conducta y el comportamiento de estas personas, sus diversas formas de hacer las cosas, así como su verdadera confesión y arrepentimiento de los pecados en su corazón, provocaron que Dios cambiase Su opinión, Sus intenciones, se retractase de Su decisión y no los castigase ni destruyese. Así pues, las personas de Nínive consiguieron un final diferente. Redimieron sus propias vidas y al mismo tiempo obtuvieron la misericordia y tolerancia de Dios, punto en el cual Dios también retrajo Su ira”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
¿Cómo arrepentirse verdaderamente ante Dios para ser alabado y bendecido por Él? Le invitamos a explorar y comunicarse con nosotros juntos.