27 Febrero 2020
La respuesta de la palabra de Dios:
La obra del Espíritu Santo se transforma día a día, elevándose cada vez más con cada paso; la revelación de mañana se vuelve más elevada que la de hoy, paso a paso, subiendo cada vez más alto. Tal es la obra por medio de la cual Dios perfecciona al hombre. Si el hombre no puede mantener el paso, entonces, en cualquier momento puede ser abandonado. Si el hombre no tiene un corazón obediente, entonces no puede seguir hasta el final. La época antigua ha pasado; ahora es una nueva época. Y en una nueva época se debe realizar una nueva obra. Particularmente en la época final donde el hombre será perfeccionado, Dios llevará a cabo una nueva obra cada vez más rápido. Por lo tanto, sin obediencia en su corazón, al hombre le será difícil seguir las huellas de Dios. Dios no se sujeta a las reglas ni tampoco trata ninguna etapa de Su obra como inmutable. Más bien, la obra realizada por Dios es cada vez más nueva y cada vez se enaltece más. Su obra se hace más y más práctica con cada paso, está más y más en línea con las necesidades prácticas del hombre. Sólo después de que el hombre experimenta esta clase de obra puede alcanzar la transformación final de su carácter. El conocimiento que el hombre tiene de la vida crece cada vez más alto, por lo tanto, la obra de Dios de igual modo cada vez se enaltece más. Sólo de esta manera puede el hombre alcanzar la perfección y ser apto para que Dios lo use. Por un lado, Dios obra de esta manera para contrarrestar y dar marcha atrás a las nociones del hombre, mientras que, por el otro, guía al hombre a un estado más elevado y más realista, en el reino más alto de creencia en Dios para que, al final, se haga la voluntad de Dios. Todos aquellos de naturaleza desobediente y quienes tienen un corazón de resistencia, serán abandonados por esta rápida y poderosa obra; sólo aquellos quienes tienen un corazón obediente y están dispuestos a ser humillados progresarán al final del camino. En tal obra, todos vosotros debéis aprender cómo someteros y hacer a un lado vuestras nociones. Cada paso debe ser tomado con cuidado. Si sois descuidados, con toda seguridad os volveréis alguien a quien el Espíritu Santo detestará y rechazará y alguien que altera la obra de Dios. Antes de someterse a esta etapa de la obra, las reglas y las leyes de antaño del hombre eran tan innumerables que se dejaron llevar y, como resultado, se envanecieron y olvidaron su lugar. Todos estos son obstáculos en el camino del hombre para aceptar la nueva obra de Dios y son hostiles al hombre que llega a conocer a Dios. Es peligroso para el hombre no tener ni la obediencia en su corazón ni un anhelo por la verdad. Si obedeces sólo la obra y las palabras que son sencillas, y no eres capaz de aceptar ninguna que tenga una intensidad más profunda, entonces eres alguien que mantiene las formas antiguas y no puedes mantener el paso de la obra del Espíritu Santo. La obra que Dios hace difiere a través de las épocas. Si muestras gran obediencia en una fase, pero en la siguiente fase muestras menos o ninguna en absoluto, entonces Dios te desamparará. Si mantienes el paso con Dios mientras Él asciende este paso, entonces debes continuar manteniendo el paso cuando ascienda al siguiente. Sólo tales hombres son obedientes al Espíritu Santo. Ya que crees en Dios, debes permanecer constante en tu obediencia. No puedes simplemente obedecer cuando te plazca y desobedecer cuando no. Tal clase de obediencia Dios no la aprueba. Si no puedes mantener el paso con la nueva obra que Yo enseño y sigues aferrándote a los antiguos dichos, entonces, ¿cómo puede haber crecimiento en tu vida? En la obra de Dios, Él te provee por medio de Su palabra. Cuando obedeces y aceptas Su palabra, entonces el Espíritu Santo con toda seguridad obrará en ti. El Espíritu Santo obra exactamente de la manera que digo. Haced como he dicho y el Espíritu Santo con toda prontitud obrará en ti. Expongo una nueva luz para que veáis y vengáis a la luz presente. Cuando caminas en esta luz, el Espíritu Santo inmediatamente obrará en ti. Algunos pueden ser recalcitrantes y decir, “Simplemente no voy a hacer lo que Tú dices”. Entonces te digo ahora que este es el fin del camino. Te has marchitado y ya no tienes vida. Por lo tanto, cuando se experimenta la transformación del carácter, es crucial que se mantenga el paso con la luz presente.
de ‘Los verdaderamente obedientes seguramente serán ganados por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Justo ahora el punto más crítico es seguir la guía del Espíritu Santo. Sigues lo que sea que Dios dice; obedeces lo que sea que Él dice. Las personas no pueden cambiar por ellas mismas su carácter; deben padecer el juicio y el castigo y el doloroso refinamiento de las palabras de Dios o ser tratadas con, disciplinadas y podadas por Sus palabras. Sólo después de eso pueden ellos lograr la obediencia y devoción a Dios y no tratar de engañarlo y tratar con Él descuidadamente. Es bajo el refinamiento de las palabras de Dios que las personas tienen un cambio de carácter. Sólo los que experimentan la revelación, juicio, disciplina y trato de Sus palabras ya no se atreverán a hacer cosas de manera descuidada y se volverán calmados y compuestos. El punto más importante es que puedan obedecer las palabras actuales de Dios y obedecer la obra de Dios, e incluso si no es de acuerdo con las nociones humanas, las pueden hacer a un lado y obedecer intencionadamente. Cuando se ha hablado de un cambio de carácter en el pasado, principalmente ha sido acerca de renunciar a uno mismo, permitirle a la carne sufrir, disciplinar el cuerpo y deshacerse de las preferencias carnales, este es un tipo de cambio de carácter. Las personas ahora saben que la verdadera expresión de un cambio de carácter es obedecer las palabras actuales de Dios así como poder tener un entendimiento genuino de Su nueva obra. De esta manera las personas podrán deshacerse de su entendimiento previo de Dios en sus nociones y conseguirán un verdadero entendimiento de y obediencia a Él. Sólo esta es una expresión genuina de un cambio de carácter.
de ‘Aquellos cuyo carácter ha cambiado son aquellos que han entrado a la realidad de las palabras de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”