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24 Octubre 2019
(III) Palabras sobre las advertencias de Dios para el hombre
48. Por el bien de vuestro destino, deberíais buscar ser aprobados por Dios. Es decir, ya que reconocéis que sois contados entre los que pertenecen a la casa de Dios, entonces deberíais traer tranquilidad mental y satisfacción a Dios en todas las cosas. En otras palabras, debéis ser personas de principios en vuestras acciones y que estas se ajusten a la verdad. Si esto va más allá de tu capacidad, entonces serás detestado y rechazado por Dios y despreciado por todos. Una vez que te encuentres en una situación como esta, no podrás ser contado entre los que pertenecen a la casa de Dios. Esto es lo que significa no ser aprobado por Dios.
de ‘Tres advertencias’ en “La Palabra manifestada en carne”
49. Mis exigencias pueden ser simples, pero lo que os estoy diciendo no es tan sencillo como dos y dos son cuatro. Si no hacéis más que hablar de manera aleatoria sobre esto, divagar con declaraciones vacías y altisonantes, vuestros proyectos y deseos serán siempre una página en blanco. No sentiré lástima por aquellos de vosotros que sufren durante muchos años y trabajan duro sin obtener nada a cambio. Por el contrario, trato a aquellos que no han cumplido mis exigencias con castigo, no con recompensas, y menos aún con conmiseración. Quizás imaginéis que por ser un seguidor durante muchos años dedicáis trabajo duro sin importar lo que pase, por lo que en cualquier caso podéis conseguir un bol de arroz en la casa de Dios por ser un hacedor de servicio. Yo diría que la mayoría de vosotros piensa de esta forma, porque habéis buscado hasta ahora el principio de cómo sacar provecho de algo y que no se aprovechen de vosotros. Por tanto, os digo con toda seriedad: No me importa lo meritorio que sea tu trabajo duro, lo impresionantes que sean tus cualificaciones, lo cerca que me sigas, lo renombrado que seas ni cuánto haya mejorado tu actitud; mientras no hayas hecho lo que Yo he exigido, nunca podrás conseguir Mi aprobación. Desechad todas esas ideas y cálculos vuestros tan pronto como sea posible, y empezad a tratar en serio Mis exigencias. De lo contrario, convertiré a todas las personas en cenizas con el fin de terminar Mi obra; y, en el mejor de los casos, convertiré en nada Mis años de obra y sufrimiento, porque no puedo llevar a Mi reino, a la era siguiente, a Mis enemigos ni a las personas que apestan a maldad según el modelo de Satanás.
de ‘Las transgresiones llevarán al hombre al infierno’ en “La Palabra manifestada en carne”
50. Si vuestra búsqueda ha sido eficaz se mide basada en vuestra búsqueda hoy y en lo que poseéis en el presente. Esto es lo que se usa para determinar vuestro fin, lo que quiere decir, vuestro fin se muestra en el precio que habéis pagado y en las cosas que habéis hecho. Vuestro fin será revelado por vuestra búsqueda, vuestra fe y lo que habéis hecho. Entre vosotros, hay muchos que ya están más allá de la salvación, porque hoy es el tiempo de revelar el fin de las personas y no haré la obra neciamente, guiando a los que no pueden ser salvos a la siguiente era. Habrá un tiempo cuando Mi obra termine. No obraré en aquellos cadáveres hediondos y sin espíritu que no pueden ser salvos; hoy es el tiempo de los últimos días de la salvación del hombre y no haré ninguna obra que no tenga utilidad. No protestes airadamente contra el cielo y la tierra, el fin del mundo viene y es inevitable; las cosas han llegado hasta este punto y no hay nada que tú como un hombre puedas hacer para detenerlas, no las puedes cambiar a voluntad. Ayer, no pagaste un precio ni buscaste ni fuiste leal. Hoy, el tiempo ha llegado, estás más allá de la salvación y mañana serás eliminado. No hay margen para que seas salvo. Aunque Mi corazón es suave y hago Mi mejor esfuerzo para salvarte, si no luchas y si no piensas por ti mismo, ¿qué tiene esto que ver Conmigo?
de ‘Práctica (7)’ en “La Palabra manifestada en carne”
51. Los que no conocían al Mesías fueron todos capaces de oponerse a Jesús, de rechazarlo, de difamarlo. Las personas que no entienden a Jesús son capaces de negarlo y vilipendiarlo. Además, son capaces de ver el regreso de Jesús como el engaño de Satanás, y más personas condenarán el retorno de Jesús a la carne. ¿No os asusta todo esto? Lo que afrontáis será blasfemia contra el Espíritu Santo, la ruina de Sus palabras a las iglesias y el rechazo de todo lo expresado por Jesús. ¿Qué podéis obtener de Él si estáis tan confundidos? ¿Cómo podéis entender la obra de Jesús cuando Él vuelva a la carne sobre una nube blanca, si os negáis obstinadamente a ser conscientes de vuestros errores? Os digo esto: las personas que no aceptan la verdad, pero que esperan ciegamente la llegada de Jesús sobre nubes blancas, blasfemarán sin duda contra el Espíritu Santo y pertenecen a la categoría que será destruida. Deseáis simplemente la gracia de Jesús, y sólo queréis disfrutar el gozoso reino del cielo, pero nunca habéis obedecido Sus palabras ni habéis recibido la verdad expresada por Él cuando vuelva a la carne. ¿Qué ofreceréis a cambio de la realidad del regreso de Jesús sobre una nube blanca? ¿La sinceridad con la que cometéis repetidamente pecados, y después los confesáis una y otra vez? ¿Qué ofreceréis en sacrificio a Jesús, quien vuelve sobre una nube blanca? ¿Los años de trabajo con los que os exaltáis a vosotros mismos? ¿Qué ofreceréis para hacer que el Jesús retornado confíe en vosotros? ¿Vuestra naturaleza arrogante, que no obedece ninguna verdad?
de ‘Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”
52. Os digo, aquellos que creen en Dios por las señales son sin duda la categoría que sufrirá la destrucción. Los que son incapaces de aceptar las palabras de Jesús, que ha vuelto a la carne, son sin duda la progenie del infierno, los descendientes del arcángel, la categoría que será sometida a la destrucción eterna. Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese momento anunciará el final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo exista la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán regresado ante el trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Sólo aquellos que persisten en la creencia de que “El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso Cristo” se verán sometidos al castigo eterno, porque sólo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y manifiesta el camino verdadero de la vida. Y por tanto, sólo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. Son demasiado tozudos, confían demasiado en sí mismos, son demasiado arrogantes. ¿Cómo puede recompensar Jesús a semejantes degenerados?
de ‘Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”
53. En la tierra, toda clase de espíritus malvados está constantemente al acecho de un lugar para descansar, buscando incesantemente cadáveres de personas para comerlos. ¡Mi pueblo! Debéis permanecer bajo Mi Cuidado y Protección. ¡Nunca os comportéis de forma disoluta! ¡Nunca os comportéis imprudentemente! En su lugar, ofrece tu lealtad en Mi casa, y sólo con ella puedes organizar un contraataque contra el ingenio del diablo. Bajo ninguna circunstancia debes comportarte como en el pasado, haciendo una cosa delante de Mí y otra a Mis espaldas; así ya estás más allá de la redención. Sin duda de sobra he pronunciado palabras como estas, ¿no es así? Es precisamente porque la vieja naturaleza del hombre es incorregible que Yo se lo he recordado repetidamente. ¡No os aburráis! ¡Todo lo que digo es para garantizar vuestro destino! Lo que Satanás necesita es exactamente un lugar sucio e inmundo; cuanto más desesperanzados, irremediables mientras más irredimibles y más degenerados seáis, negándoos a someteros a la contención, más aprovecharán los espíritus inmundos cualquier oportunidad de infiltrarse. Una vez que hayáis llegado a este punto, vuestra lealtad no será sino un parloteo ocioso, sin ninguna realidad, y los espíritus inmundos se comerán vuestra resolución, para convertirla en desobediencia o en estratagema de Satanás, y usarla para interrumpir Mi obra. Por esa razón os golpearé hasta la muerte cuando Yo quiera y donde Yo quiera. Nadie conoce la gravedad de esta situación; todos consideran lo que oyen como mera palabrería y no son en lo más mínimo cautos. No recuerdo lo que se hizo en el pasado. ¿Sigues esperando que Yo sea indulgente contigo olvidando una vez más?
de ‘Capítulo 10’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”
54. Cuantas más sean tus transgresiones, menores son tus oportunidades de obtener un buen destino. Por el contrario, cuantas menos sean tus transgresiones, más oportunidades habrá de que Dios te elogie. Si tus transgresiones se incrementan hasta el punto de que me sea imposible perdonarte, habrás malgastado por completo tus oportunidades de ser perdonado. En ese caso, tu destino no estará arriba, sino abajo. Si no me crees, sé atrevido y haz lo incorrecto, y contempla después lo que eso te ocasionará. Si eres una persona seria que practica la verdad, sin duda tienes una oportunidad de que tus transgresiones sean perdonadas, y el número de tus desobediencias será cada vez inferior. Si eres una persona que no está dispuesta a practicar la verdad, tus transgresiones delante de Dios se incrementarán sin duda, el número de tus desobediencias aumentará más y más, hasta el momento final en que seas totalmente destruido; ese es el momento en el que se destruye tu agradable sueño de recibir bendiciones. No consideres que tus transgresiones son los errores de una persona inmadura o insensata. No recurras a la excusa de que no practicaste la verdad, porque tu pobre nivel imposibilitó que la practicaras. Y menos aún consideres simplemente que las transgresiones cometidas eran los actos de alguien que no conocía nada mejor. Si eres bueno en perdonarte y en tratarte con generosidad, te digo que eres un cobarde que nunca obtendrá la verdad, y tus transgresiones no cesarán nunca de atormentarte, sino que evitarán que cumplas las exigencias de la verdad y harán de ti un compañero leal de Satanás para siempre. Mi consejo para ti sigue siendo: No prestes atención tan solo a tu destino, pasando por alto tus transgresiones escondidas; tómatelas en serio, y no las pases por alto por estar preocupado por tu destino.
de ‘Las transgresiones llevarán al hombre al infierno’ en “La Palabra manifestada en carne”
55. Después, en el camino venidero, no debéis crear artificios ni involucraros en el engaño y la deshonestidad, ¡de otra manera las consecuencias serán inimaginables! Todavía no entendéis lo que son el engaño y la deshonestidad. Cualquier acción o comportamiento que no me podáis dejar ver y que no podáis poner al descubierto, son engaño y deshonestidad. ¡Ahora debéis entender esto! Si os involucráis en el engaño y la deshonestidad en el futuro, no finjáis no entender, eso sólo es hacer el mal a sabiendas, ser aún más culpable. Esto sólo os conducirá a ser quemados por el fuego o, peor aún, a arruinaros.
de ‘Capítulo 45’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”
56. Estas palabras, registradas en la Biblia, que el Señor Jesús habló cuando se le apareció a Tomás son de gran ayuda para todas las personas de la Era de la Gracia. Su aparición y lo que le dijo a este discípulo han tenido un profundo impacto en las generaciones futuras, y tienen una relevancia eterna. Tomás representa a un tipo de persona que cree en Dios, aunque duda de Él. Esta clase de persona tiene una naturaleza sospechosa, un corazón siniestro, son traicioneros y no creen en las cosas que Dios puede lograr. No creen en la omnipotencia divina ni en Su gobierno, ni tampoco en el Dios encarnado. Sin embargo, la resurrección del Señor Jesús fue una bofetada para ellos, y les proporcionó así la oportunidad de descubrir y reconocer su propia duda, de aceptar su propia traición, creyendo de verdad en Su existencia y Su resurrección. Lo que ocurrió con Tomás fue una advertencia y un aviso para las generaciones posteriores, para que más personas pudieran tener cuidado de no dudar como Tomás, y que si lo hacían se hundirían en la oscuridad. Si sigues a Dios, pero sólo como Tomás, siempre quieres tocar el costado del Señor y sentir Sus marcas de los clavos para confirmar, verificar, especular si Dios existe o no, Dios te abandonará. Por tanto, el Señor Jesús requiere que las personas no sean como Tomás, que sólo creen lo que ven con sus propios ojos, sino que sean una persona pura, honesta que no albergue dudas hacia Dios, y que sólo crean en Él y le sigan. Este tipo de persona es bendecida. Este es un requisito muy pequeño que el Señor Jesús tiene para las personas y una advertencia para Sus seguidores.
de ‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III’ en “La Palabra manifestada en carne”
57. Aquellos que sólo piensan en su carne y les gusta la comodidad, aquellos cuya fe es ambigua, aquellos que se involucran en la medicina de brujería y la hechicería, aquellos que son promiscuos y andrajosos y harapientos, aquellos que le roban los sacrificios a Jehová y Sus posesiones, aquellos que aman los sobornos, aquellos que ociosamente sueñan con ir al cielo, aquellos que son arrogantes y engreídos y sólo luchan por la fama personal y la fortuna, aquellos que esparcen palabras impertinentes, aquellos que blasfeman a Dios mismo, aquellos que no hacen nada sino hacer juicios contra Dios mismo y lo calumnian, aquellos que se agrupan con otros y tratan de formar un grupo independiente, aquellos que se exaltan más alto que Dios, aquellos hombres y mujeres jóvenes frívolos y hombres y mujeres de edad media y avanzada que son atrapados en el libertinaje, aquellos hombres y mujeres que disfrutan de la fama y la fortuna personales y buscan el estatus personal entre los demás, aquellas personas impenitentes que están atrapadas en el pecado, ¿no están todos más allá de la salvación? Libertinaje, pecaminosidad, medicina de brujería, hechicería, obscenidad y palabras impertinentes, todos desenfrenados entre vosotros mientras las palabras de verdad y vida son pisoteadas entre vosotros y el lenguaje santo es profanado entre vosotros. ¡Vosotros prole de gentiles, hinchados de inmundicia y desobediencia! ¿En dónde terminaréis? ¿Cómo se atreven aquellos que aman la carne, que cometen actos malvados de la carne y están atrapados en pecados de libertinaje a tener el descaro de seguir viviendo? ¿No sabes que tales personas como vosotros sois gusanos que estáis más allá de la salvación? ¿Qué os califica para demandar esto y aquello? A la fecha no ha habido el menor cambio en aquellos que no aman la verdad y sólo aman la carne, así que, ¿cómo pueden tales personas ser salvas? Incluso hoy, aquellos que no aman el camino de vida, que no exaltan a Dios y no dan testimonio de Él, que planean por el bien de su propio estatus, que se ensalzan, ¿no siguen siendo los mismos? ¿Dónde está el valor de salvarlos?
de ‘Práctica (7)’ en “La Palabra manifestada en carne”
58. En cuanto a quienes han renunciado y dejado a Dios, su actitud despreciable hacia Él y sus corazones que desprecian la verdad han ofendido el carácter de Dios; por tanto, en lo que a Él respecta nunca serán perdonados. Han sabido de la existencia de Dios, han recibido la información de que Él ya ha llegado, han experimentado Su nueva obra. Que ellos se hayan marchado no es un ejemplo de haber sido engañado ni de que se sientan confusos sobre ello. Y menos aún se les ha obligado a ello. Más bien, ellos han elegido dejar a Dios de forma consciente y con una mente clara. Su partida no se debe a que hayan perdido el rumbo ni a que hayan sido abandonados. A los ojos de Dios no son, pues, un cordero descarriado del rebaño, y mucho menos un hijo pródigo que ha perdido su rumbo. Se marcharon con impunidad, y esa condición, esa situación, ofende al carácter de Dios; a partir de esta ofensa, Él les da un desenlace sin esperanza. ¿No es terrible este tipo de resultado? De manera que, si las personas no conocen a Dios, lo pueden ofender. ¡Este no es un asunto baladí! Si alguien no se toma en serio la actitud de Dios, y sigue creyendo que Él está esperando su regreso —porque son uno de los corderos perdidos de Dios, y Él sigue esperando que experimenten un cambio de corazón— esta persona no dista mucho de su día de castigo. Dios no se limitará a negarse a admitirla. Es la segunda vez que ofende Su carácter; ¡es un tema aún más terrible! La actitud irreverente de esta persona ya ha ofendido el decreto administrativo de Dios. ¿Seguirá Él admitiéndola? Los principios de Dios respecto a este asunto son: si alguien ha tenido la certeza de cuál es el camino verdadero, pero sigue pudiendo rechazar a Dios conscientemente y con una mente clara, y distanciarse de Él, Dios bloqueará el camino a su salvación, y la puerta del reino se cerrará para ellos desde ese momento. Cuando esta persona venga a llamar una vez más, Dios no le abrirá de nuevo. La dejará fuera para siempre.
de ‘Cómo conocer el carácter de Dios y el resultado de Su obra’ en “La Palabra manifestada en carne”
59. Desde el momento de la creación hasta hoy, muchas personas han desobedecido Mis palabras y, por tanto, han sido expulsadas y eliminadas por Mi corriente de recuperación; en última instancia, su cuerpo perece y su espíritu es echado al Hades, e incluso hoy siguen sometidas a un castigo severo. Muchas personas han seguido Mis palabras, pero han ido contra Mi esclarecimiento e iluminación, y por tanto las he lanzado a un lado de un puntapié, y han caído bajo el campo de acción de Satanás, convirtiéndose en los que se oponen a Mí. (Hoy todos aquellos que se oponen directamente a Mí obedecen sólo las superficialidades de Mis palabras y desobedecen la esencia de Mis palabras). Ha habido muchos, también, que simplemente han escuchado las palabras que hablé ayer, que han mantenido “la basura” del pasado y no han valorado “el producto” del presente. Estas personas no sólo han caído cautivas de Satanás, sino que se han vuelto pecadores eternos y Mis enemigos, y se oponen directamente a Mí. Tales personas son los objetos de Mi juicio en el punto culminante de Mi ira, y hoy siguen estando ciegos, siguen estando en oscuras mazmorras (es decir, tales personas son cadáveres descompuestos y paralizados controlados por Satanás; como Yo he velado sus ojos, digo que están ciegos).
de ‘Capítulo 4’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”
60. Muchas personas, quizá se han medido a sí mismas contra Dios. ¿A qué sabe oponerse a Dios, es amargo o dulce? Debes comprender esto; no finjas que no sabes. En su corazón, tal vez algunas personas no estén convencidas. Pero Yo te recomiendo que pruebes y veas, que veas a qué sabe eso. Esto evitará que muchas personas tengan sospecha acerca de ello siempre. Mucha gente lee las palabras de Dios, pero en secreto se oponen a Él en su corazón. Después de oponerte a Él de esta manera, ¿acaso no sientes como si un cuchillo fuese torcido dentro de tu corazón? Si no se trata de desarmonía familiar, se trata de un malestar físico, o de las aflicciones de hijos e hijas. Aunque tu carne se salve de la muerte, la mano de Dios nunca te dejará. ¿Crees que podría ser tan simple? En particular, es aún más necesario que los muchos que están cerca de Dios se enfoquen en esto. A medida que pase el tiempo, se te olvidará, y, sin darte cuenta, estarás sumergido en la tentación, te volverás negligente con todo, y esto será el comienzo de tus pecados. ¿Te parece que esto es trivial? Si puedes hacer esto bien, entonces tendrás la oportunidad de ser perfeccionado, de recibir orientación directamente de la propia boca de Dios, en presencia de Dios. Si eres descuidado, estarás en problemas: estarás desafiando a Dios, tus palabras y acciones serán disolutas, y tarde o temprano serás arrastrado por grandes vendavales y fuertes olas. Cada uno de vosotros debe tener en cuenta estos mandamientos. Si los desobedeces, el hombre del que Dios ha dado testimonio no te condenará, pero el Espíritu de Dios no ha terminado contigo, Él no te perdonará. ¿Crees que tienes lo que se necesita para cometer ofensas? Entonces, no importa lo que Dios diga, debes poner en práctica Sus palabras, y debes apegarte a ellas por cualquier medio que puedas. ¡Esto no es un asunto sencillo!
de ‘Los mandamientos de la nueva era’ en “La Palabra manifestada en carne”
61. Lo que deseo son criaturas vivas que estén llenas de vida, no cadáveres que hayan sido impregnados de muerte. Porque me reclino en la mesa del reino, ordenaré a todas las personas en la tierra a recibir Mi inspección. No permito la presencia de ninguna cosa impura ante Mí. No toleraré interferencias de ningún hombre en Mi trabajo; todos aquellos que interfieran en Mi trabajo serán lanzados en calabozos, y aún después de ser liberados estarán acosados por la catástrofe, recibiendo las llamas ardientes de la tierra. Cuando estoy en Mi carne encarnada, quienquiera que discuta Mi obra con Mi carne será aborrecido por Mí. Muchas son las veces que les he recordado a todos los hombres que no tengo parientes en la tierra, y que cualquier persona que me vea como un igual y que me hale hacia ella para que pueda rememorar tiempos pasados conmigo, estará sujeta a la destrucción. Esto es lo que Yo ordeno. En estos asuntos no soy indulgente en lo más mínimo con el hombre. Todos aquellos que interfieran en Mi trabajo y me ofrezcan consejos serán castigados por Mí, y nunca serán perdonados por Mí. Si no hablo claramente, el hombre nunca tomará conciencia, y sin querer caerá en Mi castigo, porque el hombre no me conoce en Mi carne.
de ‘Capítulo 20’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”
62. ¿Crees que puedes actuar como te parezca hacia Cristo, siempre y cuando seas leal al Dios del cielo? ¡Estás equivocado! Tu ignorancia de Cristo es la ignorancia del Dios del cielo. No importa cuán leal seas al Dios del cielo, esto es meramente palabras vacías y fingimiento, porque el Dios de la tierra no sólo es fundamental para que el hombre reciba la verdad y un conocimiento más profundo, sino incluso aún más fundamental para la condenación del hombre y, luego, para echar mano de los hechos para castigar a los malvados. ¿Has comprendido los resultados beneficiosos y dañinos aquí? ¿Los has experimentado? Deseo que algún día, pronto, entendáis esta verdad: para conocer a Dios, no sólo debéis conocer al Dios del cielo, sino que, más importante aún, al Dios en la tierra. No confundas tus prioridades ni permitas que lo secundario reemplace lo principal. Es la única manera en que puedes cultivar verdaderamente una buena relación con Dios, acercarte más a Él y llevar tu corazón más cerca de Él. Si hace muchos años que estás en la fe y hace mucho tiempo que te relacionas conmigo, pero permaneces a cierta distancia de Mí, entonces Yo afirmo que debe ser que a menudo ofendes el carácter de Dios y que tu final será difícil de estimar. Si los muchos años de relacionarte conmigo no sólo han fracasado en transformarte en una persona con humanidad y con la verdad, sino que han arraigado tus maneras malvadas en tu naturaleza, y no sólo tienes el doble de delirios de grandeza que antes, sino que también se han multiplicado tus malentendidos sobre Mí, de manera que has llegado a considerarme tu insignificante secuaz; entonces Yo digo que tu enfermedad ya no es superficial, sino que ha calado hasta los huesos. Lo único que te queda es esperar tus arreglos funerarios. Entonces, no debes suplicarme que sea tu Dios, porque has cometido un pecado digno de muerte, un pecado imperdonable. Aun si pudiera tener misericordia de ti, el Dios del cielo insistirá en quitarte la vida, porque tu ofensa contra el carácter de Dios no es un problema ordinario, sino uno de suma gravedad. Cuando llegue el momento, no me culpes por no habértelo informado de antemano. Todo se reduce a lo siguiente: si te relacionas con el Cristo —el Dios en la tierra— como con un hombre común y corriente; es decir, si crees que este Dios no es más que un hombre, entonces es allí cuando perecerás. Esta es Mi única amonestación para todos vosotros.
de ‘Cómo conocer al Dios en la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”
63. Aunque las habilidades y capacidades de Satanás son mayores que las del hombre, aunque puede hacer cosas inalcanzables para este, independientemente de si envidias o aspiras a lo que él hace, de si lo aborreces o te repugna, si eres capaz de verlo y de cuánto pueda conseguir Satanás, de la cantidad de personas a las que pueda engañar para que lo adoren o consagren, o de cómo lo definas, no puedes decir en absoluto que tiene la autoridad y el poder de Dios. Deberías saber que Dios es Dios, que sólo hay un Dios, y que sólo Él tiene autoridad y el poder para controlar y gobernar todas las cosas. Sólo porque Satanás tenga la capacidad de engañar a las personas, y pueda suplantar a Dios, imitar Sus señales y milagros y haya hecho cosas parecidas a las de Dios, tú crees erróneamente que Dios no es único, que existen muchos dioses, que simplemente tienen mayores o menores habilidades, y que existen diferencias en la amplitud del poder que ejercen. Clasificas su grandeza por orden de llegada y de acuerdo a su edad, y crees erróneamente que existen otras deidades aparte de Dios; crees que el poder y la autoridad de Dios no son únicos. Si tú tienes estas ideas, si no reconoces la unicidad de Dios, no crees que sólo Él es poseedor de autoridad, y sólo te sujetas al politeísmo, ¡te digo que tú eres la escoria de las criaturas, la verdadera personificación de Satanás y una persona absolutamente malvada! ¿Entendéis lo que estoy intentando enseñaros con estas palabras? No importa cuáles sean el tiempo, el lugar o tus antecedentes, no debes confundir a Dios con ninguna otra persona, cosa, u objeto. Independientemente de lo inescrutable y lo inaccesible que te parezcan la autoridad y la esencia de Dios mismo, de cuánto concuerden los hechos y las palabras de Satanás con tus nociones y tu imaginación, de lo satisfactorias que sean para ti, no seas insensato, no confundas estos conceptos, no niegues la existencia de Dios ni Su identidad y Su estatus. No le empujes fuera de la puerta y traigas a Satanás para reemplazar al Dios dentro de tu corazón y que sea tu Dios. ¡No me cabe duda de que eres capaz de imaginar las consecuencias de hacerlo!
de ‘Dios mismo, el único I’ en “La Palabra manifestada en carne”
64. Quien no venera a Dios y no posee un corazón que tiembla de temor, fácilmente transgredirá los decretos administrativos de Dios. Muchos sirven a Dios con base en la fuerza de su pasión, pero no entienden los decretos administrativos de Dios y, mucho menos, tienen idea de las implicaciones de Sus palabras. Así que, con sus buenas intenciones, a menudo terminan haciendo cosas que interrumpen la gestión de Dios. En casos graves, son expulsados, privados de cualquier otra oportunidad de seguirlo, y son arrojados al infierno y finaliza toda relación con la casa de Dios. Estas personas trabajan en la casa de Dios con base en la fuerza de sus buenas intenciones ignorantes y terminan enfureciendo el carácter de Dios. La gente trae a la casa de Dios sus formas de servir a funcionarios y a señores e intentan ponerlas en práctica, pensando inútilmente que pueden aplicarlas aquí sin esfuerzo. Nunca imaginaron que Dios no tiene el carácter de un cordero, sino el de un león. Por tanto, aquellos que se relacionan con Dios por primera vez, no pueden comunicarse con Él, ya que el corazón de Dios es diferente al del hombre. Sólo después de que entiendas muchas verdades puedes llegar a conocer continuamente a Dios. Este conocimiento no está compuesto por frases o doctrinas, pero puede ser utilizado como un tesoro por medio del cual entras en una relación cercana de confianza con Dios, y como prueba de que Él se deleita en ti. Si careces de la realidad del conocimiento y no estás equipado con la verdad, entonces tu servicio apasionado sólo puede traerte la aversión y el aborrecimiento de Dios.
de ‘Tres advertencias’ en “La Palabra manifestada en carne”
65. Todos los hombres, en el curso de su vida de fe en Dios, se han resistido a Dios y lo han engañado en algún momento. Algunas acciones indebidas no necesitan ser registradas como una ofensa, pero otras son imperdonables, pues hay muchas acciones que transgreden los decretos administrativos; es decir, ofenden el carácter de Dios. Muchos que están preocupados por su propio destino pueden preguntar cuáles son estas acciones. Debéis saber que sois arrogantes y altivos por naturaleza, y que no estáis dispuestos a someteros a los hechos. Por esta razón, voy a explicároslo poco a poco después de que hayáis reflexionado sobre vosotros mismos. Os exhorto a que obtengáis un mejor entendimiento del contenido de los decretos administrativos y hagáis un esfuerzo por conocer el carácter de Dios. De lo contrario, vais a tener dificultades en mantener vuestros labios sellados y evitar que vuestra lengua se mueva con demasiada libertad con palabras altisonantes y, sin daros cuenta, ofenderéis el carácter de Dios y caeréis en las tinieblas, perdiendo la presencia del Espíritu Santo y la luz. Ya que no tenéis principios cuando actuáis, y si dices o haces lo que no debes, entonces recibirás una retribución apropiada. Debes saber que, aun cuando careces de principios en las palabras y las acciones, Dios posee altos principios en ambas. La razón por la que recibes retribución es porque has ofendido a Dios, no a un hombre. Si en tu vida cometes muchas ofensas contra el carácter de Dios, entonces estás destinado a ser un hijo del infierno. Al hombre le puede parecer que sólo has cometido unos pocos actos que no están en conformidad con la verdad, y nada más. Pero ¿eres consciente de que, a los ojos de Dios, ya eres alguien para quien no hay más ofrenda por el pecado? Debido a que has transgredido los decretos administrativos de Dios más de una vez y no muestras ninguna señal de arrepentimiento, por lo tanto, no tienes más remedio que caer en el infierno donde Dios castiga al hombre.
de ‘Tres advertencias’ en “La Palabra manifestada en carne”
66. Tras comprender el carácter de Dios y lo que Él tiene y es, ¿habéis sacado algunas conclusiones respecto a cómo deberíais tratarle? En respuesta a esta pregunta y a modo de conclusión me gustaría haceros tres amonestaciones: primero, no pongáis a Dios a prueba. Independientemente de cuánto comprendáis sobre Él, de cuánto sepáis sobre Su carácter, nunca jamás lo pongáis a prueba. Segundo, no contendáis con Dios por posición. No importa el tipo de posición que Dios te dé o la clase de trabajo que te encomiende, o el deber que Él te mueva a realizar, y lo mucho que hayas gastado y sacrificado por Él, no compitas en modo alguno con Él por posición. Tercero, no compitas con Dios. Independientemente de que entiendas y obedezcas lo que Dios hace contigo, lo que Él dispone para ti y las cosas que traiga en tu vida, no compitas con Él absolutamente. Si puedes cumplir estas tres amonestaciones, entonces estarás relativamente a salvo y no enojarás a Dios fácilmente.
de ‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III’ en “La Palabra manifestada en carne”
67. Quizás hayas sufrido mucho en tu tiempo, pero ahora sigues sin entender nada; lo ignoras todo acerca de la vida. Aunque has sido castigado y juzgado, no has cambiado en absoluto y en lo profundo de ti no has obtenido vida. Cuando llegue el tiempo de poner a prueba tu obra, experimentarás una prueba tan ardiente como el fuego y una tribulación incluso mayor. Este fuego convertirá en cenizas todo tu ser. Como alguien que no posee vida, alguien sin una onza de oro puro en su interior, atascado aún en el antiguo carácter corrupto, y que ni siquiera puede hacer un buen trabajo siendo un contraste, ¿cómo puedes no ser eliminado? ¿Qué utilidad tiene la obra de conquista para alguien que vale menos que un penique y no tiene vida? Cuando llegue ese tiempo, ¡vuestros días serán más duros que los de Noé y Sodoma! Tus oraciones no te harán ningún bien entonces. Una vez que ha finalizado la obra de salvación, ¿cómo puedes empezar de nuevo a arrepentirte? Una vez se haya hecho toda la obra de salvación, ya no habrá más de esta. Lo que habrá será el comienzo de la obra de castigo del mal. Tú te resistes, te rebelas, y haces cosas que sabes que son malas. ¿No eres el objetivo del duro castigo? Yo te estoy explicando esto con todo detalle hoy. Si eliges no escuchar, cuando el desastre te sobrevenga más adelante, ¿no será demasiado tarde si sólo entonces empiezas a sentir remordimiento y a creer? Te estoy dando una oportunidad de arrepentirte hoy, pero no estás dispuesto a hacerlo. ¿Cuánto quieres esperar? ¿Hasta el día del castigo? Yo no recuerdo tus transgresiones pasadas hoy; te perdono una y otra vez, me aparto de tu lado negativo para mirar únicamente al positivo, porque todas Mis palabras y obra presentes tienen el propósito de salvarte y Yo no tengo malas intenciones hacia ti. Sin embargo, tú te niegas a entrar; no puedes distinguir el bien del mal y no sabes cómo apreciar la bondad. ¿No se empeña esta clase de persona simplemente en esperar ese castigo y esa retribución justa?
de ‘La verdad interna de la obra de conquista (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”
68. Las personas no valoran Mi venida, ni atesoran el día de Mi gloria. No reciben alegremente Mi castigo, ni mucho menos están dispuestas a devolverme Mi gloria. Tampoco están dispuestas a desechar el veneno del maligno. Los seres humanos me siguen engañando constantemente, como siempre; siguen mostrando sonrisas brillantes y rostros felices, como siempre. No están conscientes de la profunda oscuridad que descenderá sobre la humanidad cuando Mi gloria los abandone, y en especial no saben que cuando Mi día llegue a toda la humanidad, enfrentaran días aún más duros que la gente en los tiempos de Noé. Porque no saben la oscuridad que cubrió a Israel cuando Mi gloria se apartó de él, ya que cuando amanece, el hombre se olvida de lo difícil que fue atravesar la noche profundamente oscura. Cuando el sol vuelve a ocultarse, y la oscuridad desciende sobre el hombre, este vuelve a lamentarse y a rechinar los dientes en la oscuridad. ¿Acaso habéis olvidado lo difícil que fue para su pueblo sobrellevar los días de sufrimiento cuando Mi gloria se apartó de Israel? Ahora es el momento de que vosotros presenciéis Mi gloria, y también de que compartáis el día de Mi gloria. El hombre se lamentará en medio de la oscuridad, cuando Mi gloria se aparte de la tierra de inmundicia. Ha llegado el día de gloria, en el que realizo Mi obra, y también es el día en el que eximo al ser humano de sufrimientos, porque no compartiré los tiempos de tormento y tribulación con ellos. Sólo quiero conquistar completamente a la humanidad, y derrotar totalmente al maligno de la humanidad.
de ‘Lo que significa ser un verdadero hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
69. La gente no cree en absoluto en Mi existencia, ni le da la bienvenida a Mi venida. El ser humano sólo responde a Mis exigencias a regañadientes, consintiendo temporalmente, y no comparte sinceramente los gozos y tristezas de la vida conmigo. Como la gente me ve como inescrutable, de mala gana me hace una sonrisa fingida, mostrando una actitud de arrimarse a quien está en el poder. Esto ocurre porque la gente no conoce Mi obra, ni mucho menos Mi voluntad en el presente. Seré honesto con vosotros: cuando llegue el día, el sufrimiento de todo aquel que me adore será más fácil de soportar que el de vosotros. El nivel de vuestra fe en Mí, en la actualidad, no supera el de Job, incluso la fe de los judíos fariseos sobrepasa la vuestra. Por ello, si desciende el día de fuego, vuestro sufrimiento será más grave que el de los fariseos cuando Jesús los reprendió, que el de los 250 líderes que confrontaron a Moisés, y que el de Sodoma bajo las llamas ardientes de su destrucción.
de ‘Lo que significa ser un verdadero hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
70. El día en que os dé la espalda, será el día en que moriréis, será el día en que la oscuridad venga sobre vosotros, y el día en que os abandonará la luz. ¡Dejadme deciros esto! Nunca seré benevolente con un grupo como el vuestro, ¡un grupo que está incluso por debajo de los animales! Hay límites a Mis palabras y acciones, y tal y como están vuestra humanidad y conciencia, no haré más obras, porque carecéis demasiado de conciencia, me habéis causado demasiado dolor, y vuestro despreciable comportamiento me disgusta demasiado. Las personas que tanto carecen de humanidad y conciencia, nunca tendrán oportunidad de salvación; nunca salvaré a personas tan desalmadas e ingratas como estas. Cuando llegue Mi día, Yo haré llover Mis abrasadoras llamas por toda la eternidad sobre los hijos de desobediencia que una vez provocaron Mi violenta ira, impondré Mi castigo eterno sobre aquellos animales que una vez lanzaron improperios sobre Mí y me abandonaron, echaré la hoguera eterna con el fuego de Mi ira a los hijos de la desobediencia que una vez comieron y vivieron junto conmigo, pero que no creyeron en Mí, y me insultaron y traicionaron. Someteré a Mi castigo a todos aquellos que provocaron Mi ira, haré llover Mi ira entera sobre esas bestias que una vez desearon pararse hombro a hombro conmigo, pero que no me adoraron ni obedecieron; la vara con la que golpeo al hombre caerá sobre aquellos animales que una vez disfrutaron de Mi cuidado y de los misterios que pronuncié, y que intentaron extraer disfrute material de Mí. No seré indulgente con ninguna persona que trate de tomar Mi lugar; no perdonaré a ninguno de los que traten de arrebatarme la comida y la ropa. Por ahora, vosotros continuáis estando libres de todo daño y seguiréis excediéndoos en las demandas que me hacéis. Cuando llegue el día de la ira, no me haréis más demandas; en ese momento, os dejaré “disfrutar” todo lo que satisfaga vuestro corazón, clavaré vuestra cara en la tierra, ¡y nunca más seréis capaces de levantaros de nuevo! Tarde o temprano, Yo voy a “amortizar” esta deuda con vosotros, y Mi esperanza es que aguardéis pacientemente la llegada de este día.
de ‘Tener un carácter inalterable es estar en enemistad con Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
71. En otoño, las hojas caídas regresarán a sus raíces, tú regresarás al hogar de tu padre, y Yo volveré al lado de Mi Padre. El tierno afecto de Mi Padre me acompañará, y a ti te seguirá el pisoteo de tu padre. Yo tendré la gloria de Mi Padre, y tú tendrás la vergüenza de tu padre. Yo usaré el castigo que he retenido tanto tiempo para que te acompañe, y te encontrarás con Mi castigo con tu carne rancia que ya ha sido corrompida durante decenas de millares de años. Yo concluiré Mi obra de palabras en ti, acompañada de tolerancia, y tú empezarás a cumplir la función de sufrir el desastre de Mis palabras. Me regocijaré grandemente y obraré en Israel; tú llorarás y crujirás los dientes, existirás y morirás en el barro. Yo recuperaré Mi forma original y no permaneceré más en la inmundicia contigo, mientras que tú recuperarás tu fealdad original y seguirás cavando en el montón de estiércol. Cuando acaben Mi obra y Mis palabras, será un día de gozo para Mí. Cuando acaben tu resistencia y tu rebeldía, será un día de llanto para ti. Yo no tendré compasión de ti, y no me volverás a ver. No dialogaré más contigo y tú no volverás a encontrarme. Odiaré tu rebeldía y tú echarás de menos Mi encanto. Yo te golpearé, y tú me echarás de menos. Me apartaré de buena gana de ti, y estarás consciente de tu deuda conmigo. Yo no volveré a verte, pero tú siempre me esperarás. Te odiaré, porque ahora te resistes a Mí, y tú me echarás de menos, porque Yo ahora te castigo. No estaré dispuesto a vivir junto a ti, pero tú lo anhelarás amargamente y llorarás hasta la eternidad, porque te pesará todo lo que me has hecho. Lamentarás tu rebeldía y tu resistencia, y hasta postrarás tu rostro en tierra de arrepentimiento, y caerás ante Mí y jurarás no volver a desobedecerme. Sin embargo, en tu corazón sólo me amas y nunca serás capaz de escuchar Mi voz; tengo que hacer que te avergüences de ti mismo.
de ‘Cuando las hojas caídas regresen a sus raíces lamentarás todo el mal que has hecho’ en “La Palabra manifestada en carne”