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Cristo es la verdad, el camino y la vida. Después de leer la palabra de Dios, verás que Dios ha aparecido, IglesiadeDiosTodopoderoso, RelámpagoOriental,Dios, Jesús,Biblia,ElReinoDelCielo, MúsicaEvangélica,Alabanza, Gracia

Testimonio cristiano: Tengo una riqueza más valiosa que el dinero

Por Shunxin, Tailandia

Nota del editor: Si tienes a alguien así en tu vida, alguien que se quiere volver rico pero que nunca tiene éxito y vive atormentado, ¿cómo lo debes ayudar a escapar de su miseria? Lo que sigue es la experiencia de la autora Shun Xin cuyo predicamento era precisamente esto, pero hoy puede evaluar con calma sus ganancias y pérdidas monetarias y ha encontrado una riqueza más valiosa que la riquezas. ¿Cómo salió de su tormento? ¿Y cuál es esta riqueza más valiosa que el dinero? Vamos a descubrir estas cosas a través de su historia.

Luchando en vano por volverme rica

Como niña experimenté la vergüenza de la pobreza y la adversidad de la vida, así que decidí estudiar mucho y volverme rica en el futuro, disfrutar la riqueza y el lujo y que otros me admiraran y respetaran. Después de más de diez años de amargo estudio, sólo fui capaz de entrar a una universidad de tercera clase pero no me desanimé. Creía que mientras trabajara duro, todavía me podría volver rica.

Después de graduarme de la universidad encontré un trabajo como profesora de inglés. Cuando me enteré de que a mis colegas que trabajaron durante dos años sólo se les pagaron un poco más de 2,000 yuanes, renuncié resueltamente. Luego fui a escuelas de capacitación en Shanghai y luego a Qingdao para trabajar en ventas. Todos los días, desde la mañana hasta la noche, constantemente les llamaba a las personas para vender nuestros productos y por medio de un esfuerzo significativo mi salario mensual alcanzó casi 10,000 yuanes. Justo cuando estaba ansiosa por hacer algo aún más grande, el liderazgo de la escuela cambió y me despidieron sin razón. No me quería ir pero no había nada que pudiera hacer excepto irme con pesar.

Mi deseo se estimuló otra vez después de venir a Canadá

Después de que me casé, mi esposo y yo vinimos a Canadá para comenzar un negocio. No pude trabajar debido a mi embarazo así que fui a la iglesia a adorar. La primera vez que fui a la iglesia el pastor me recibió con entusiasmo, pero cuando se enteró de que no era rica, me ignoró y trataba a los ricos de la iglesia con entusiasmo y halagos. La actitud del pastor me confirmó aún más la importancia del dinero. En nuestra era, cuando todos buscan el dinero, si tienes dinero tienes todo y sin él eres despreciado en todas partes. ¡Ahí fue cuando otra vez decidí hacer más dinero y hacer que los que me despreciaban me vieran con otros ojos!

Después de que tuve a mi primer hijo fui a trabajar para ganar dinero y, sin importar lo difícil que fuera el trabajo, no me importaba. Luego otra vez quedé embarazada y en ese momento estaba físicamente débil. Pero, a pesar de esto, para ganar más dinero, cuando mi hijo menor tenía sólo un mes comencé un negocio de recompra de importaciones con mis amigos. Pasé todos los días mirando fijamente mi teléfono para informarme sobre los productos e incluso mientras amamantaba a mi hijo, estaba investigando habilidades de ventas, técnicas de promoción por internet, etc. Debido a que tenía que mirar fijamente mi teléfono durante mucho tiempo todos los días, y a menudo me quedaba despierta hasta tarde por la noche, me dolían tanto los ojos que no los podía abrir y mi espalda estaba rígida y dolorida pero no podía dejar que nada me detuviera de ganar dinero, así que tuve que trabajar desde mi cama. Porque le dedicaba tanta atención a mi trabajo no me quedaba ningún tiempo de sobra para cuidar a mis hijos. Una vez mi hijo mayor tomó mi teléfono de mi mano y lo aventó al suelo con ira y se quejó de que pasaba todo el día en mi teléfono en lugar de pasar tiempo con ellos. Pero la acusación de mi hijo no me hizo sentir mal porque pensaba que si no les podía dar una buena vida, ¿cuál era el punto de pasar tiempo con ellos? Vivimos en una sociedad que sólo se preocupa por el dinero, y aunque el dinero no puede hacer todo, ¡no puedes hacer nada sin dinero! Sólo el dinero te puede permitir disfrutar una vida mejor, mantener tu cabeza en alto y hacer que otros te respeten y admiren. A pesar de que me daba cuenta de que estaba empujando a mis hijos cada vez más lejos y al darme cuenta me atormentaba, seguí enfocándome únicamente en mi negocio de importación.

Un testimonio cristiano: Tengo una riqueza más valiosa que el dinero

 

(Fuente de la imagen: : Fotolia)

Luego, para hacer más dinero, trabajé medio tiempo en ventas directas. Después de trabajar duro por un tiempo hice algo de dinero y estaba muy contenta. Mi voz se volvió fuerte cuando hablaba con las personas y me sentí muy orgullosa cuando enviaba dinero a mis padres. ¡Se sentía bien tener dinero! A veces, cuando revisaba mis líneas ascendentes, que tenían decenas de miles en salario mensual, disfrutaban el lujo y vivían una buena vida, pensaba que en tanto que desarrollara más líneas descendentes podría ser como ellos antes de demasiado tiempo. Desafortunadamente las cosas no fueron tan fluidamente como esperaba. Dediqué un año para entrenar diez líneas descendentes pero nadie estuvo dispuesto a trabajar conmigo, por lo que todo lo que podía hacer era regresar a donde empecé en mi negocio. Este predicamento fue un revés particularmente frustrante para mí. Ese año trabajé desde el amanecer hasta el anochecer para entrenar mis líneas descendentes, así que ¿por qué fue ese el resultado?

Hacerse de la vista gorda cuando llega la salvación

Fue ahí cuando el evangelio de Dios de los últimos días vino a mí. Mis hermanos y hermanas vieron cómo agonizaba y vivía en la miseria por ganar dinero y me compartieron: “La cantidad de riqueza que tenemos en la vida está predestinada por Dios y ninguna cantidad de nuestro propio esfuerzo la puede cambiar. El Señor Jesús dijo: ‘No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?’ (Mateo 6:25-26). Dios nos creó, nos dio aliento y nos da lo que necesitamos para sobrevivir bajo Su cuidado y protección. No tenemos que estar ansiosos ni preocupados por el futuro. Siempre y cuando trabajemos normalmente, tendremos suficiente ropa y comida. Todos hemos visto cómo algunas personas no piensan en nada más que en ganar dinero y trabajan horas extras y fuera del horario de trabajo y a su vez pierden sus oportunidades de intimidad con Dios y de oír la voz de Dios en las reuniones y cómo sus cuerpos se desmayan por agotamiento. Dios quiere que estemos contentos con suficiente ropa y comida pero Satanás piensa en formas de corrompernos. Hace que el dinero ocupe nuestros corazones, nos hacer querer ganar cada vez más y nos da un deseo insaciable. ¿Qué son estos sino los trucos de Satanás? ¡Sólo dejando ir nuestros deseos interminables y obedeciendo los planes y arreglos de Dios podemos alguna vez encontrar alivio y liberación!”. Después de escuchar la enseñanza de mis hermanos y hermanas pensé: “Hay sabiduría en lo que decís pero en la sociedad de hoy, donde lo único que reconocemos es el dinero, ¿no tendré que vivir la misma vida vergonzosa que experimenté antes? No, todavía necesito más dinero”. Así que, aunque acepté el evangelio de Dios de los últimos días, seguí gastando toda mi energía en mi negocio de ventas directas. Lo primero que hacía al levantarme cada mañana era enviar anuncios, contestar mensajes de los clientes, etc. No tenía tiempo para pasar en mi desarrollo espiritual. En cada oración pedí a Dios que me bendijera a mí y a mi esposo con gran riqueza. Así era como creía en Dios, hasta el punto de que en las reuniones incluso publicaba anuncios de ventas directas en secreto.

Viendo las intenciones de los trucos de Satanás a partir de las revelaciones de la palabra de Dios

Después de que mis hermanos y hermanas se enteraron de mi situación, en una reunión me mostraron un pasaje de la palabra de Dios, “Por dinero baila el perro es la filosofía de Satanás y prevalece en toda sociedad humana. Podríais decir que es una tendencia, porque se ha impartido a todos y está ahora adherida a su corazón. Las personas pasaron de no aceptar este dicho a estar cada vez más acostumbradas a él, de manera que cuando entraron en contacto con la vida real, recibieron gradualmente una aprobación tácita, reconocieron su existencia y, al final, le dieron su propio sello de aprobación. ¿Acaso no es este proceso el de la corrupción del hombre por parte de Satanás? […] Por tanto, después de que Satanás use esta tendencia para corromper a las personas, ¿cómo se manifiesta en ellas? ¿No sentís que no podríais sobrevivir un solo día sin dinero en este mundo, que ni siquiera sería posible conseguirlo un solo día? (Sí.) El estatus de las personas y su respetabilidad se basan en el dinero que tienen. Las espaldas de los pobres se encorvan por la vergüenza, mientras que los ricos disfrutan de su elevada posición. Se alzan llenos de soberbia, hablando en voz alta y viviendo con arrogancia. ¿Qué aportan a las personas este dicho y esta tendencia? ¿No consideran muchos que conseguir dinero merece la pena a cualquier precio? ¿No sacrifican muchos su dignidad y su integridad en la búsqueda de más dinero? ¿No pierden muchas más personas la oportunidad de cumplir con su obligación y seguir a Dios por culpa del dinero? ¿No es esto una pérdida para las personas? (Sí.) ¿No es Satanás siniestro al usar este método y este dicho para corromper al hombre hasta ese punto? ¿No es una artimaña maliciosa? (“Dios mismo, el único V”).

Después de leer las palabras de Dios una de mis hermanas me compartió: “En el pasado no entendía porqué toda la humanidad adora el dinero, porqué las personas gastan todo su tiempo y energía tratando de hacer dinero, porqué las personas preferirían enfermarse que dejar de buscarlo o porqué algunas personas incluso pelearían con otras por dinero, se engañarían, lucharían agresivamente e incluso se matarían entre sí. Pero después de leer la palabra de Dios sé que el dinero es un truco que Satanás usa para corromper y perjudicar a la humanidad. Satanás satura nuestro mundo con todo tipo de teorías y libros ateos e historias acerca de hombres grandes y famosos y nos inculca nociones tales como: ‘El dinero no es omnipotente, pero sin él no se puede hacer absolutamente nada’. ‘El dinero es lo primero’ ‘Quien me dé dinero es mi padre’ para que pensamos que el dinero es lo más importante en nuestras vidas, que si tenemos dinero lo tenemos todo, que podemos ganar la admiración de los demás y hacer las cosas que nos gustan y que nos sentiremos realizados si tenemos dinero. De lo contrario, pensamos que seremos menospreciados y despreciados por otros y que no tendremos lugar en la sociedad. Somos inculcados con estas ideas erróneas, por lo que gastamos todo nuestro tiempo y energía en hacer dinero, no tenemos interés ni atención por nada más, incluso sacrificamos la salud de nuestros cuerpos para ganar dinero y nos convertimos en esclavos del dinero. Incluso si aceptamos la salvación de Dios, seguimos estando interminablemente ocupados en la búsqueda de dinero, no tenemos interés en buscar la verdad ni en adorar a Dios, somos incapaces de hacer nuestros deberes como seres creados y vivimos bajo el campo de acción de Satanás lejos del cuidado y la protección de Dios […]”.

Las palabras de la hermana atravesaron mi corazón. Siempre he creído que en nuestra sociedad que adora el dinero se necesita riqueza para vivir con dignidad, para ser respetado por los demás y para hacer que tus palabras sean escuchadas y respetadas, por lo que era correcto buscar una gran riqueza. Después de graduarme comencé a intentar todo tipo de trabajo y, en tanto que ganara dinero, persistía sin importar lo difícil. Después de que tuve a mi hijo, ignoré mi cuerpo débil y continué mi negocio de importación desde mi cama. Para hacer dinero dediqué casi todo mi tiempo y energía en el trabajo, lo que puso tanta distancia entre mí y mis hijos que a veces incluso me ignoraban. Cuando vino la salvación de Dios no supe valorarla y cuando los hermanos y hermanas me enseñaron la voluntad de Dios, el deseo de mi corazón por el dinero no se movió en absoluto. Enviaba mensajes de ventas directas en las reuniones y hasta en mis oraciones sólo le pedía a Dios que me permitiera hacer más dinero. Siempre pensé que era correcto que buscara dinero pero después de leer la palabra de Dios, aprendí que este pensamiento y esta noción provienen de Satanás, que esto es sólo un truco que Satanás usa para perjudicar y corromper a las personas. Satanás nos inculca estas nociones porque quiere que estemos ocupados todo el tiempo buscando dinero y una vida lujosa para satisfacer nuestra vanidad. Quiere que estemos dispuestos a gastar toda nuestra energía, lejos del cuidado y la protección de Dios, para controlarnos y perjudicarnos e incluso toma nuestras propias vidas en la búsqueda de estos objetivos. Pensé en cómo había trabajado todos estos años para hacer dinero, en cómo me había lastimado los ojos a una edad temprana, en cómo me había provocado un dolor de espalda permanente y en cómo me había ido apartando cada vez más de mis hijos. ¿No era Satanás el poder oscuro detrás de todo esto?

La hermana también dijo: “En la sociedad de hoy los que no tienen dinero hacen todo lo que está en sus manos y sacrifican todo para conseguirlo. Mientras tanto, algunos grandes jefes, personas ricas y celebridades, aunque tienen riqueza y disfrutan de una vida lujosa, todavía se sienten vacíos y algunos incluso eligen el suicidio. De esto podemos ver que el dinero sólo nos da alivio y gozo temporal y que aquellos que tienen dinero cada vez caen más en la depravación, viven vidas extravagantes e indulgentes y que cuando eso pasa, todavía se quedan con el vacío y el dolor. Si no vamos ante Dios y obtenemos el riego y la provisión de la palabra de Dios y no entendemos la verdad, nunca seremos capaces de ver las intenciones de los trucos de Satanás para corromper a la humanidad, sólo podemos estar atrapados cada vez más profundamente por el dinero y al final ¡Satanás sólo puede jugar con nosotros y perjudicarnos!”.

Un testimonio cristiano: Tengo una riqueza más valiosa que el dinero

 

Después de que escuché las palabras de la hermana pensé: Eso es correcto, hoy Dios ha expresado la verdad y hace la obra de salvar a la humanidad permitiéndonos escapar por completo de la corrupción y el control de Satanás y obtener el cuidado y la protección de Dios. Fui lo suficientemente afortunada de ser escogida para aceptar la salvación de Dios en los últimos días, así que si continúo buscando dinero en lugar de la verdad, incluso si me vuelvo rica un día, ¿de qué servirá cuando concluya la obra de salvación de Dios? Cuando llegue el gran desastre, ¿no será todo para nada? Así como el Señor Jesús dijo: “Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?” (Marcos 8:36). Una vez que entendí estas cosas, ya no quería perseguir amargamente el dinero y ser engañada por Satanás. Consideré que tendría que invertir toda mi energía para desarrollar líneas descendentes en mi negocio de ventas directas, lo que me dejaría sin tiempo para cuidar a mis hijos o para ir a reuniones o hacer mis deberes, así que escogí renunciar a las ventas directas y sólo trabajar en el negocio de recompra, que era mucho menos demandante de mi tiempo.

Obedeciendo los arreglos de Dios, viendo las bendiciones de Dios

Después de que pasó un tiempo descubrí un problema con una de mis socias. No se tomaba su trabajo en serio y con frecuencia enviaba a sus clientes los productos equivocados, lo que llevó a que nuestras calificaciones de servicio al cliente empeoraran continuamente. Cuando intenté resolver el problema con ella, me ignoró y nuestras ventas continuaron disminuyendo. Impotente, tuve que dejar de trabajar con ella y abandonar a todos mis clientes y a mi tienda de 5 estrellas WeChat. Fue agridulce pensar que esta tienda ya tenía 5-6,000 clientes y que si siguiera operándola, habría hecho más dinero que nunca, nunca tendría que preocuparme otra vez por la comida o la ropa y todos me verían con otros ojos pero ahora tenía que venderla. Sin embargo, si no lo hacía, no podría encontrar una socia adecuada. Sentí como si hubiera entrado en un pozo de arenas movedizas, estaba siendo succionada lentamente y no me podía liberar. En mi impotencia y tormento sólo podía orar continuamente a Dios y pedir dirección.

Cuando una hermana se enteró de mi situación, me mostró dos pasajes de la Palabra de Dios: “A qué ocupación se dedica uno, qué se hace para vivir y cuánta riqueza se amasa en la vida es algo que no deciden los padres, los talentos, los esfuerzos ni las ambiciones propias: es el Creador quien lo predestina” (“Dios mismo, el único III”). “La suerte del hombre está controlada por las manos de Dios. Tú eres incapaz de controlarte a ti mismo: a pesar de que siempre anda con prisas y ocupándose para sí mismo, el hombre permanece incapaz de controlarse. Si pudieras conocer tu propia perspectiva, si pudieras controlar tu propio sino, ¿seguirías siendo una criatura?” (“Restaurar la vida adecuada del hombre y llevarlo a un destino maravilloso”).

Después de que leí la palabra de Dios entendí al instante. Sólo soy un ser creado y mi futuro, destino y vida están todos en manos de Dios. Dios ha predeterminado cómo gano mi sustento y cuánto gano en esta vida. Pero carecía del verdadero conocimiento de cómo Dios gobierna y predetermina, así que busqué dinero con todas mis fuerzas, preocupada por las ganancias y pérdidas financieras, me sentí atormentada cuando abandoné mi tienda WeChat e incluso me preocupé sobre cómo sobreviviría en el futuro. Viví ansiosa y atormentada. A pesar de que no sabía cómo iría mi vida en el futuro, confiaba en que Dios había hecho los arreglos adecuados para mí, por lo que debía encomendar mi futuro a Dios con valentía. Una vez que me di cuenta de esto, me sentí mucho más a tranquila. Oré a Dios para decir que estaba dispuesta a entregarle mi trabajo a Dios y a encomendarle mi vida a Él y que estaba dispuesta a dejar que Él me guiara en mi senda futura.

Un testimonio cristiano: Tengo una riqueza más valiosa que el dinero

 

Después tuve más tiempo para leer la palabra de Dios y fui a las reuniones con los hermanos y hermanas, donde compartimos nuestras experiencias y entendimiento. Llevé a mis hijos ante de Dios. Todos los días leía la palabra de Dios y cantaba himnos con ellos y nuestra relación dio un giro para mejorar. Lo que me sorprendió aún más fue que después de que me separé de mi socia, el negocio de mi esposo mejoró drásticamente. Vi que los arreglos de Dios para mí eran verdaderamente maravillosos y mi corazón se llenó de gratitud por Dios.

Entender la verdad y vivir según la Palabra de Dios son mi mayor riqueza

Después leí estas palabras de Dios: “Cuando investigas repetidamente y analizas cuidadosamente los diversos objetivos de la vida que las personas persiguen y sus diversas formas diferentes de vivir, verás que ninguno de ellos encaja con el propósito original del Creador cuando creó a la humanidad. Todos ellos apartan a las personas de Su soberanía y Su cuidado; son todos pozos en los que la humanidad cae, y que la llevan al infierno. Después de que reconozcas esto, tu tarea es dejar de lado tu antigua visión de la vida, mantenerte alejado de diversas trampas, dejar a Dios que se haga cargo de tu vida y haga arreglos para ti, intentar someterte solamente a las orquestaciones y la dirección de Dios, no tener elección y convertirte en una persona que lo adora a Él” (“Dios mismo, el único III”). Después de que leí la palabra de Dios, me quejé mientras recordaba la senda que había caminado. Carecía del conocimiento de cómo Dios gobierna sobre todo, así que sólo pensé en hacer dinero y volverme rica y al final les causé tanto sufrimiento a mí y a mis hijos. Si Dios no me hubiera salvado a tiempo habría sido succionada cada vez más profundo en el pozo de arena movedizas del dinero, habría buscado particularmente el dinero y me habría alejado cada vez más de Dios, hasta que Satanás finalmente me tragara. Dios me salvó y usó Sus palabras para guiarme, me permitió vencer las maquinaciones de Satanás y me permitió ver claramente las malvadas intenciones de Satanás de usar el dinero para alejar a las personas del cuidado y la protección de Dios y controlarlas y perjudicarlas y me hizo entender la senda correcta a tomar en el futuro. Estuve dispuesta a dejar ir mis propias búsquedas equivocadas, a encomendar mi vida futura a Dios ya obedecer todos los planes y arreglos de Dios. Sentí genuinamente que sólo al presentarme ante Dios y vivir por las palabras de Dios podía sentir verdadero alivio y liberación y experimentar verdadera paz y alegría en mi corazón.

Hoy estoy haciendo mis deberes en la iglesia y estoy viviendo bajo la guía de Dios y me siento segura, en paz, tranquila y en libertad. ¡Tengo la riqueza más valiosa de la vida: entendimiento de la verdad, viviendo por la Palabra de Dios, y tengo el amor y la salvación del Creador! ¡Gracias a Dios!

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

 

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